Veíamos aquella película en que dos amantes rozan sus lenguas y se tocan la piel. Tu respiración se contenía tu boca con una leve abertura y una mano tensa en tu ropa de pasión ardían Mi imaginación con espasmos no vibraba por las imágenes de la pantalla seductora si no por tus pechos palpitantes. En tu mano, con mis dedos, escribí el guion de nuestra relación un beso en tus labios fue el ensayo de una película que espero no tenga fin.
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